lunes, 15 de septiembre de 2014

La Piedra Bruta



El simbolismo de la piedra es riquísimo en significados. De la simple observación podemos obtener imagen de dureza, solidez, permanencia; antigüedad que evoca lo remoto y mas cercano al principio.
Sabemos también que las piedras tuvieron un significado muy simbólico en las sociedades antiguas y primitivas.
Se creía con frecuencia que las piedras bastas y naturales eran la morada de los dioses y se utilizaron como lápidas sepulcrales, amojonamientos u objetos de veneración religiosa.
La piedra es también vista como una miniatura de la montaña, con la que comparte muchos de sus significados.
Como así lo viera C.G. Jung ” … La piedra parece pues constituir un antiquísimo símbolo de lo eterno, lo perenne en el hombre, a partir de lo cual toma su fuerza vital. “
La piedra, es el principio básico de toda labor o trabajo Masónico, de la misma manera que el plan e idea, reflejo del Logos, constituye el fundamento espiritual de la obra.
Una reflexión sobre el significado simbólico de la Piedra Bruta, sugiere una estrecha relación con un sistema moral que la Masonería nos enseña en torno a la perfección del hombre, en la búsqueda del desarrollo espiritual y hacia las conductas sociales basadas en valores, el respeto, la fraternidad, la humildad, la tolerancia y los derechos del individuo.
Este sistema moral es representado por la piedra rudimentaria, que desde muy temprano, a nivel de aprendiz, nos estimula a un incesante trabajo en torno a las prácticas y doctrinas masónicas, en un vehemente deseo de buscar la Verdad.
De ahí la estrecha relación de sentido entre la Piedra y el Cuarto de Reflexión, negro en su apariencia, donde sobresale la antigua fórmula alquímica y hermética V.I.T.R.I.O.L,:
” Visita Interior Terrae, Rectificando Invenies Ocultum Lapidem “, ( Visita al Interior de la Tierra, Rectificando Descubrirás la Piedra Oculta ).
La Piedra Bruta es el símbolo por excelencia del Aprendiz de Masón. Esta piedra, sacada directamente de las entrañas de la tierra, está ubicada al pie de la columna de los Aprendices, junto a la piedra cúbica, ubicada en la otra columna, que es la meta a la que debemos llegar.
Sacar la Piedra Bruta de la mina, tal como somos sacados de las entrañas de la tierra durante la ceremonia de iniciación, es dar el primer paso hacia la virtud.
La Piedra Bruta somos nosotros Aprendices : está llena de asperezas, estamos llenos de vicios, no ha sufrido ningún trabajo por parte de una mano externa, somos neófitos y no sabemos nada. En todo caso, hablamos de la piedra, que es la base de toda obra, y sobre la cual, trabajamos en forma constante, en la construcción del templo interior.
Hay piedras brutas y labradas; así, deben distinguirse en el carácter, que nos muestra el estado tosco e imperfecto del hombre inculto, y de aquel que aún no conoce la Luz, y el hombre cultivado, que sobre todo ha aprendido a disciplinar de una manera constructiva todas sus facultades, inclinaciones y tendencias, lo mismo que su actividad, en armonía con esa Luz Ideal que ha reconocido como principio arquitectónico de su vida y de su ser
Todos los antiguos manuscritos masónicos concuerdan al señalar el perfeccionamiento del hombre, el del simple individuo, como único objetivo de la francmasonería. Las pruebas iniciáticas, los viajes simbólicos, el trabajo del aprendiz y del compañero tienen un carácter manifiestamente individual, antes que colectivo.
Según la más antigua concepción masónica, la “gran obra” del perfeccionamiento, se realiza trabajando sobre la “piedra bruta”, es decir sobre el individuo, desbastando, puliendo y escuadrando la piedra bruta hasta transformarla en “piedra cúbica de la Maestría”, gracias a las reglas tradicionales del “Arte Real” masónico de edificación espiritual.
Mientras el ser humano fue nómada la piedra bruta era consustancial a él. Cuando se hizo sedentario necesitó de piedras talladas.
La explicación de la diferencia simbólica es que la piedra bruta representa la “materia prima” indiferenciada o el “caos” con todas las correspondencias tanto microcósmicas como macrocósmicas, mientras que, al contrario, la piedra completamente tallada en todas sus caras representa el cumplimiento o perfección de la obra.
Si bien es cierto que la construcción en piedra es símbolo de la solidificación y sedentarización de un pueblo que ha sido previamente nómada, y por lo tanto representa un grado de alejamiento del Centro primordial, también lo es que los templos que ha construido la Masonería Operativa han servido para representar ese mismo Centro, que de ese modo ha permanecido accesible a los que realmente han podido ingresar en él y comprender su significado
Cada masón es considerado como una de las piedras que componen el templo, y cada una de esas piedras representa al templo todo. El obrero ha de pulir su piedra hasta que logre hallar su perfección, construyendo su templo interior y encontrando su propia esencia.
En nuestra Orden, se considera que la piedra es tal vez el fundamento más sólido sobre el que se asienta todo el universo, por su consistencia y peso específico se la eligió, justamente para representar al Ser, de tal manera que fuese sólido el terreno donde se implantase la doctrina, y no tembladerales compuestos por arenas inconsistentes.
De esa manera también, todo aquello que a través del tiempo fuese fijado sobre ese cimiento, sería sólidamente integrado a la obra proyectada. De esa manera pasaría a ser símbolo natural de todo efecto permanente y duradero y muy en particular del carácter o personalidad humana.
Finalizando y a fin de exposición practica de lo tratado, quisiera cerrar este trabajo con expresiones textuales de Aldo Lavagnini en su ” Manual del Aprendiz ” :
” … Desbastar la piedra bruta, acercándola a una relación con su destino : he aquí la tarea o trabajo simbólico al que tiene que dedicarse todo Aprendiz para llegar a ser el obrero que posee enteramente su Arte.
En este trabajo simbólico, el Aprendiz es a la vez obrero, materia prima e instrumento.
El mismo es la piedra bruta emblemática de su actualmente todavía muy imperfecto estado de desarrollo, a la que tiene que convertir en una forma, o perfección interior, que se halla en estado latente dentro de esa imperfección evidente, de manera que pueda tomar y ocupar el lugar que le corresponde de acuerdo con el Plan , en el edificio al que esta destinada.
… Es importante que no se trata de acercar la piedra a la forma de un determinado modelo exterior, si bien esto puede servir de incitación e inspiración, sino que el modelo o perfección ideal ha de buscarse dentro de la misma piedra, de cuyo fuero intimo ha de ser manifestada o educida la forma propia que a cada piedra idealmente le pertenece.
O sea saliéndonos de la metáfora se trata de reconocer y manifestar la perfección innata del Ser Intimo, de la Idea Divina que mora en cada uno de nosotros, cuya expresión relativa y progresiva es el objeto constante de la existencia … “
LA PIEDRA BRUTA<br />
El simbolismo de la piedra es riquísimo en significados. De la simple observación podemos obtener imagen de dureza, solidez, permanencia; antigüedad que evoca lo remoto y mas cercano al principio.</p>
<p>Sabemos también que las piedras tuvieron un significado muy simbólico en las sociedades antiguas y primitivas.</p>
<p>Se creía con frecuencia que las piedras bastas y naturales eran la morada de los dioses y se utilizaron como lápidas sepulcrales, amojonamientos u objetos de veneración religiosa.</p>
<p>La piedra es también vista como una miniatura de la montaña, con la que comparte muchos de sus significados.</p>
<p>Como así lo viera C.G. Jung " … La piedra parece pues constituir un antiquísimo símbolo de lo eterno, lo perenne en el hombre, a partir de lo cual toma su fuerza vital. "</p>
<p>La piedra, es el principio básico de toda labor o trabajo Masónico, de la misma manera que el plan e idea, reflejo del Logos, constituye el fundamento espiritual de la obra.</p>
<p>Una reflexión sobre el significado simbólico de la Piedra Bruta, sugiere una estrecha relación con un sistema moral que la Masonería nos enseña en torno a la perfección del hombre, en la búsqueda del desarrollo espiritual y hacia las conductas sociales basadas en valores, el respeto, la fraternidad, la humildad, la tolerancia y los derechos del individuo.</p>
<p>Este sistema moral es representado por la piedra rudimentaria, que desde muy temprano, a nivel de aprendiz, nos estimula a un incesante trabajo en torno a las prácticas y doctrinas masónicas, en un vehemente deseo de buscar la Verdad.</p>
<p>De ahí la estrecha relación de sentido entre la Piedra y el Cuarto de Reflexión, negro en su apariencia, donde sobresale la antigua fórmula alquímica y hermética V.I.T.R.I.O.L,:</p>
<p>" Visita Interior Terrae, Rectificando Invenies Ocultum Lapidem ", ( Visita al Interior de la Tierra, Rectificando Descubrirás la Piedra Oculta ).</p>
<p>La Piedra Bruta es el símbolo por excelencia del Aprendiz de Masón. Esta piedra, sacada directamente de las entrañas de la tierra, está ubicada al pie de la columna de los Aprendices, junto a la piedra cúbica, ubicada en la otra columna, que es la meta a la que debemos llegar.</p>
<p>Sacar la Piedra Bruta de la mina, tal como somos sacados de las entrañas de la tierra durante la ceremonia de iniciación, es dar el primer paso hacia la virtud.</p>
<p>La Piedra Bruta somos nosotros Aprendices : está llena de asperezas, estamos llenos de vicios, no ha sufrido ningún trabajo por parte de una mano externa, somos neófitos y no sabemos nada. En todo caso, hablamos de la piedra, que es la base de toda obra, y sobre la cual, trabajamos en forma constante, en la construcción del templo interior.</p>
<p>Hay piedras brutas y labradas; así, deben distinguirse en el carácter, que nos muestra el estado tosco e imperfecto del hombre inculto, y de aquel que aún no conoce la Luz, y el hombre cultivado, que sobre todo ha aprendido a disciplinar de una manera constructiva todas sus facultades, inclinaciones y tendencias, lo mismo que su actividad, en armonía con esa Luz Ideal que ha reconocido como principio arquitectónico de su vida y de su ser</p>
<p>Todos los antiguos manuscritos masónicos concuerdan al señalar el perfeccionamiento del hombre, el del simple individuo, como único objetivo de la francmasonería. Las pruebas iniciáticas, los viajes simbólicos, el trabajo del aprendiz y del compañero tienen un carácter manifiestamente individual, antes que colectivo. </p>
<p>Según la más antigua concepción masónica, la "gran obra" del perfeccionamiento, se realiza trabajando sobre la "piedra bruta", es decir sobre el individuo, desbastando, puliendo y escuadrando la piedra bruta hasta transformarla en "piedra cúbica de la Maestría", gracias a las reglas tradicionales del "Arte Real" masónico de edificación espiritual.</p>
<p>Mientras el ser humano fue nómada la piedra bruta era consustancial a él. Cuando se hizo sedentario necesitó de piedras talladas.</p>
<p>La explicación de la diferencia simbólica es que la piedra bruta representa la "materia prima" indiferenciada o el "caos" con todas las correspondencias tanto microcósmicas como macrocósmicas, mientras que, al contrario, la piedra completamente tallada en todas sus caras representa el cumplimiento o perfección de la obra.</p>
<p>Si bien es cierto que la construcción en piedra es símbolo de la solidificación y sedentarización de un pueblo que ha sido previamente nómada, y por lo tanto representa un grado de alejamiento del Centro primordial, también lo es que los templos que ha construido la Masonería Operativa han servido para representar ese mismo Centro, que de ese modo ha permanecido accesible a los que realmente han podido ingresar en él y comprender su significado</p>
<p>Cada masón es considerado como una de las piedras que componen el templo, y cada una de esas piedras representa al templo todo. El obrero ha de pulir su piedra hasta que logre hallar su perfección, construyendo su templo interior y encontrando su propia esencia.</p>
<p>En nuestra Orden, se considera que la piedra es tal vez el fundamento más sólido sobre el que se asienta todo el universo, por su consistencia y peso específico se la eligió, justamente para representar al Ser, de tal manera que fuese sólido el terreno donde se implantase la doctrina, y no tembladerales compuestos por arenas inconsistentes.</p>
<p>De esa manera también, todo aquello que a través del tiempo fuese fijado sobre ese cimiento, sería sólidamente integrado a la obra proyectada. De esa manera pasaría a ser símbolo natural de todo efecto permanente y duradero y muy en particular del carácter o personalidad humana.</p>
<p>Finalizando y a fin de exposición practica de lo tratado, quisiera cerrar este trabajo con expresiones textuales de Aldo Lavagnini en su " Manual del Aprendiz " :</p>
<p>" … Desbastar la piedra bruta, acercándola a una relación con su destino : he aquí la tarea o trabajo simbólico al que tiene que dedicarse todo Aprendiz para llegar a ser el obrero que posee enteramente su Arte.</p>
<p>En este trabajo simbólico, el Aprendiz es a la vez obrero, materia prima e instrumento.</p>
<p>El mismo es la piedra bruta emblemática de su actualmente todavía muy imperfecto estado de desarrollo, a la que tiene que convertir en una forma, o perfección interior, que se halla en estado latente dentro de esa imperfección evidente, de manera que pueda tomar y ocupar el lugar que le corresponde de acuerdo con el Plan , en el edificio al que esta destinada.</p>
<p>… Es importante que no se trata de acercar la piedra a la forma de un determinado modelo exterior, si bien esto puede servir de incitación e inspiración, sino que el modelo o perfección ideal ha de buscarse dentro de la misma piedra, de cuyo fuero intimo ha de ser manifestada o educida la forma propia que a cada piedra idealmente le pertenece.</p>
<p>O sea saliéndonos de la metáfora se trata de reconocer y manifestar la perfección innata del Ser Intimo, de la Idea Divina que mora en cada uno de nosotros, cuya expresión relativa y progresiva es el objeto constante de la existencia … "

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