martes, 16 de septiembre de 2014

MASONERIA PERUANA E INDOAMERICACA

http://youtu.be/AXm0m9ECwKs

MASONES FAMOSOS

Masones Famosos
Indudablemente no pretendemos tener una relación completa de los masones más ilustres a través de la historia y podemos afirmar que en ningún lugar la encontrará.
En esta web encontrará algunos de ellos y solo los mencionamos a título informativo, todos ellos fueron o son personas que han demostrado a lo largo de sus vidas que es más importante ayudar y dar, que recibir.
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Abdal Qadir al Jazaíri, Sufi, estudioso, místico y líder político.
Agustin I de México, Emperador de México.
Aleksander Pushkin, Poeta ruso, sus obras más importantes, Eygene Oneguin y Boris Gadunov, han sido traducidos a numerosas idiomas y también se presentan como dos de ópera y ballet.
Alexander Pope, Poeta y escritor satírico, francés.
André Citroën, Ingeniero francés y fabricante de automóviles de motor.
Anthony Trollope, Novelista Inglés.
Antoine Joseph Sax, Belga, inventor del saxofón y bombardino.
Antonio Machado, Poeta y prosista español.
Apple Raymond, Rabino jefe de la Gran Sinagoga de Sidney, Australia.
Benito Juárez, Presidente de México.
Benjamín Franklin, Inventor, científico, filósofo y hombre de estado norteamericano.
Benjamín Lincoln, General de división en el ejército Continental durante la guerra Revolucionaria Americana.
Blas Infante Pérez de Vargas, Considerado oficialmente por el Congreso de los diputados y el Parlamento de Andalucía como el "Padre de la Patria Andaluza".
Burl Ives, Actor y cantante estadounidense.
Carlos II, Rey de Rumania (1930 – 1940)
Cassanova, Aventurero italiano.
Cecil B. DeMille, Director de cine.
Charles Hilton, Hotelero estadounidense, fundador de la cadena Hilton.
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Charles Lindbergh, Aviador EE.UU. hizo el primer vuelo sin escalas sobre el atlántico en 1.927.
Clark Gable, Actor norteamericano.
Claude Joseph Rouget de Lisle, Autor de "La Marsellesa".
Daniel Barba Carter. Fundador de los Boy Scouts.
Davy Crockett, Americano del XIX, héroe popular, colonizador, soldado y político.
Diego Martínez Barrio. Ministro del Gobierno de España y fundador del Partido Unión Republicana y presidente de la república en el exilio.
Douglas Fairbanks, Estrella de cine.
Duke Ellington, Músico de jazz estadounidense.
Duque de Wellington, Soldado negro irlandés y hombre de estado.
E. Urner Goodman, Co-fundador de los Boy Scouts.
Eberhard Faber, Fundador de la empresa "Lápiz Faber"
Eddy Arnol, Cantante Norteamericano.
Edwin "Buzz" Aldrin, Astronauta.
Emile Combes, Primer ministro francés.
Emilio Aguinaldo, Presidente de Argentina.
Erasmus Darwin, Ingles médico, filósofo, poeta, abuelo de Charles Darwin.
Fernando de Los Ríos, Político español.
Francisco Pi y Margall, Español, periodista, ensayista y político.
François Marie Arouet (Voltiere), Escritor, historiador, filósofo y abogado francés que figura como uno de los principales representantes de la Ilustración.
Franz Joseph Haydn, Compositor austriaco.
Franz Liszt, Compositor y pianista virtuoso, húngaro.
Frederic Bartholdi, Escultor de la Estatua de la Libertad en Nueva York.
Giuseppe Garibaldi, General italiano, patriota y héroe.
Gustave Eiffel, Diseñador y arquitecto de la Torre Eiffel.
Habibullah Khan, Emir de Afganistán, 1902-1919.
Harpo Mark, Actor de comedia norteamericano.
Harry Houdini, Artista del escape y mago estadunidense.
Henry Ford, Pionero del motor estadunidense, fundador de la Ford Motor Company.
Irving Berlin, Compositor.
Jack Dempsey, Campeón estadunidense de boxeo de peso pesado entre 1919 y 1926.
Jacques Etienne Montgolfier, Inventor francés, con su hermano desarrollaron el globo de aire caliente.
James Boswell, Escritor escoces cuya biografía del Dr. Johnson es uno de los grandes clásicos de la literatura inglesa.
Jaume Ferrán i Clua, Español, descubridor de las vacunas contra el cólera, tifus, hidrofobia y la "antialfa" contra la tuberculosis.
Jean Henri Dunnat, Fundador de la Cruz Roja, recibió el Premio Nobel de la Paz.
Jean Sibelius, Compositor finlandés de música sinfónica del siglo XX.
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Jerónimo Saavedra Acevedo, Español, presidente del gobierno Canario.
Joaquín Sorolla Bastida, Pintor español.
Johann Christian Bach, Compositor.
Johann Wolfgang von Goethe, Poeta alemán.
Johannes Brahms, Compositor.
John George Diefenbaker, Primer ministro de Canadá.
John H. Glenn Jr., Astronauta y senador de los EE.UU.
John Philip Sousa, Compositor y director de banda, sus melodías de marcha se hicieron mundialmente famosas y ejerció una enorme influencia en la música marcial.
John Wayne, Actor norteamericano.
Jonathan Swift, Poeta irlandés, satírico y Deán de San Patricio en Dublín, más conocido por los viajes de Gulliver.
José de San Martin, Uno de los libertadores más importantes de Sudamérica de la colonización española. En argentina se le reconoce como el padre de la Patria. En Perú se le reconoce como libertador de ese país.
José Elou Alfaro Delgado, Presidente de Ecuador.
José Ortega y Gasset, Doctor en filosofía y catedrático de metafísica en la universidad de Madrid.
Joseph Guillotin, Médico francés, invento la guillotina.
Josiah Henson, Ministro metodista americano, su huida de la esclavitud en Kentucky y su viaje a Canadá inspiro la novela "La cabaña del tío Tom".
Juan Álvarez Mendizábal, ministro de economía y hacienda español 1790-1853.
Juan de la Cierva y Codorniu, Español, piloto e ingeniero aeronáutico.
Juan Rodríguez Doreste, Español alcalde de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.
Kalakaua David, rey de Hawái 1874-1891.
Leopold Mozart, Padre de Amadeus Mozart.
Leopold I. Rey de Bélgica.
Leroy Cooper, Astronauta de EE.UU..
Lionel Hampton, músico norteamericano.
Los hermanos Ringling, Famosa familia de circo, los siete hermanos y su padre eran masones.
Louis Armstrong, Músico de jazz estadunidense.
Ludwing van Beethoven, músico alemán.
Malcolm Campbell, Ingles, piloto de coches de carrera.
Manuel Azaña Díaz, Español, abogado y presidente de Acción Republicana.
Marqués de Lafayette, Militar francés que sirvió como general en la guerra de Independencia estadunidense y un líder de la Guardia Nacional durante la Revolución Francesa.
Mateo Sagasta Práxedes, En cinco ocasiones Presidente del Gobierno español.
Melvin Jones, Fundador del Club de Leones Internacional.
Michael Baigent, Autor británico.
Mustafá Kemal Ataturk, Presidente y "Padre" de la Turquía moderna.
Nat King Cole, Norteamericano, pianista y cantante de baladas.
Nathan Rothschild, Anglo-alemán financiero, estableció la sucursal londinense del banco mas famoso del mundo, fundada por su padre, su hermano, también masón, estableció la sucursal de Paris.
Octavian Gopa, Primer Ministro de Rumania (1937-1938)
Oliver Hardy, Actor comediante estadunidense, conocido como los humoristas "El Gordo y el Flaco".
Oscar Wilde, Dramaturgo anglo-irlandés.
Pascal Lissouba, Presidente de la República del Congo, 1992-1997.
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Peter Seller, Actor cómico Ingles.
Plutarco Elias Calles, Presidente de México.
Porfirio Díaz, Presidente de México.
Práxedes Mateo Sagasta, Ingeniero de caminos y político español.
Presidentes de los EE.UU.:
Andrew Jackson
Andrew Johnson
George Washington
Gerald Ford
Harry S Truman
James Buchanan
James Garfield
James Monroe
James Polk
Lyndon B Johnson
Theodore Roosevelt
William McKinley
Prince Hall, Fue el primer negro masón estadunidense, iniciado en una logia militar irlandesa en 1775.
Ramón Franco Bahamonde, Piloto militar y político español.
Ramón Gómez de la Serna, escritor español.
Reyes de Inglaterra y Escocia:
Eduardo VII
Eduardo VIII
Jorge IV
Jorge VI
Robert Burns, Poeta escoces y entusiasta masón.
Rudyard Kipling, Escritor inglés, ganador del premio Nobel de literatura en 1907.
Salvador Allende, Presidente socialista de Chile (1970-1973).
Samuel Colt, Fabricante del revolver Colt.
Sanford Fleming, Ingeniero e inventor canadiense.
Santiago Ramón y Cajal, Español, sus aportaciones sobre el conocimiento del sistema nervioso central y periférico le convierten en el creador de la neuroanatomía moderna.
Silvio Berlusconi, Magnate de los medios de comunicación italianos y políticos.
Simón Bolívar, Líder de la independencia sudamericana.
Sir Alexander Fleming, Biólogo y farmacólogo escoces, descubrió la penicilina.
Sir Arthur Conan Doyle, Medico británico y autor, creador de Sherlock Holmes.
Sir Edward Appleton Victor, Físico Ingles, Premio Nobel en 1947.
Sir Walter Scott, Novelista y poeta escoces.
Sugar Ray Robinson, Boxeador estadunidense.
Suleyman Demirel 9º, Presidente de la República de Turquía.
Vicente Blasco Ibáñez, Escritor periodista, abogado y político español.
Virgil I Grissom, Astronauta americano.
William "Count" Basie, Director de orquesta y compositor de jazz.
William "Bud" Abbott, de la pareja ·humorista, Abbott y Costello.
William F. Cody, Más conocido como Buffalo Bill, colonizador de Norteamérica y Swouman.
Winston Churchill, Primer Ministro del Reino Unido, líder y estadista.
Wolfgang Amadeus Mozart, Compositor y músico austriaco.

DIÁLOGO ENTRE UN PROFANO Y UN MASÓN





  
P - Sé que Ud. Es Masón. Se hablan tantas cosas sobre Uds. Que me gustaría que pudiera contestar algunas preguntas, aunque creo que no está autorizado para hacerlo.
M - Al contrario, pregunte Ud..

P - Me sorprende. Tenía entendido que los Masones están obligados a una severa discreción.
M - Eso se refiere a cuestiones internas de la Orden igual que en cualquier otra asociación.

P - Entonces, empecemos, ¿qué fines persigue la Masonería ?
M - Trabajamos por el ennoblecimiento de la humanidad y queremos contribuir para que la libertad, la tolerancia y la fraternidad dejen de ser una utopía y se extiendan cada vez más por el mundo.

P - Dicen Uds. que "trabajan". ¿Qué clase de trabajo es ese?
M - Lo hacemos sobre nuestra propia conciencia como estímulo
 al desarrollo moral e intelectual. Haciendo que nuestras logias sean centros de unión que permitan una amistad verdadera entre personas y fomentar cualquier obra o idea, tanto en el plano práctico como teórico que beneficie a los miembros de la institución y también al resto de la sociedad.

P - Según Uds. ¿dónde se encuentran los fundamentos de la verdadera moral?
M - En nuestra propia conciencia y en los fundamentos éticos de la cultura de la humanidad.

P - Dicen que son Uds. una asociación religiosa o política.
M - No, en absoluto. Precisamente en nuestras reuniones esta prohibido hablar de religión y política. Nosotros somos respetuosos con todas las creencias y admitimos en nuestra institución todas las formas de pensamiento dentro del
marco de la convivencia democrática.

P - Pero a pesar de todo dicen que Uds. no son religiosos.
M - Yo le diría lo contrario. Precisamente el masón en esa búsqueda de la verdad, suele volverse más espiritual

P - Dicen que hay una suprema Dirección de su Orden que
 abriga secretos .
M - Esa "suprema" Dirección no existe. No hay más que asociaciones de logias en cada Estado o país. Relaciones internacionales solo se establecen entre las distintas asociaciones manera de las relaciones diplomáticas entre potencias o naciones y para regular asambleas o congresos , intercambiar noticias o coordinar acciones de común interés para todos los miembros.

P - He oído decir que la Masonería no sólo existe aquí y que se extiende a otros países.
M - La Masonería está establecida en más de 150 países, a lo largo y ancho del mundo libre, contando con más de diez millones de afiliados, respetados internacionalmente por los gobiernos y organizaciones dada su alta formación moral y ética.

P - No aspiran Uds. también a la fraternidad universal en el sentido político .
M - Sí, claro, nosotros fomentamos la democracia, el respeto a la Ley , a la autoridad legítima, proclamamos unos principios que deben regir la conducta humana y social. Por supuesto también fomentamos la paz y la solidaridad.

P- ¿Qué otras cualidades específicas consideran Uds. necesarias para ser admitido?
M - Quien pretenda ingresar en la Masonería ha de ser hombre libre, tolerante y no dogmático, tenaz y buscador de la Verdad, porque como alguien dijo, sólo ella nos hará libres.

P - Se oye con frecuencia que Uds. se llaman entre si
 Hermanos.
M - Lo somos en el sentido de la coincidencia de nuestros anhelos; lo somos por nuestro común ideal de fraternidad y solidaridad entre todos los hombres; además mantenemos un mismo sentido de humanidad, por un mundo donde impere la concordia v la paz.

P - ¿La Masonería es una sociedad secreta?
M - Mejor sería decir discreta.

P - Pero hay Masones que no reúnen esas virtudes que Ud. proclama.
M - Somos hombre no somos ajenos a las debilidades humanas. Pero, justamente, al ingresar en la Institución, estudiamos y trabajamos por el perfeccionamiento humano. Es nuestro camino. Es nuestro objetivo.

P - Que es lo que a su juicio hace que la Masonería, siendo tan antigua, no haya desaparecido.
La universalidad del ideal masónico, la solidez de sus estructuras a través del tiempo han estado siempre presentes
 en la evolución humana por rápida que ésta haya sido. La Masonería es una sociedad de pensamiento de reflexión de imaginación. Y por ella han pasado hombres de todas las ramas del saber humano que son los verdaderos eslabones de esa cadena humana que se llama Masonería.

A - Ahora lo tengo todo más claro.



BREVE ACERCAMIENTO A LA FRANCMASONERÍA

La Franc-Masonería, tal y como la conocemos hoy, nace oficialmente en 1717, en Londres. Esta primera Gran Logia pública, en 1723, su carta magna, conocida como las «Constituciones de Anderson», que siguen sirviendo hoy de base a todas las Obediencias del mundo, aunque la natural evolución social haya inhabilitado algunos de sus principios como el de la no aceptación de la mujer.

La Franc-Masonería Española nace como tal con la invasión napoleónica. Su historia estaba poblada de interrupciones hasta su total desaparición después de la Guerra Civil. Se mantiene a partir de entonces en el exilio. Renace nuevamente en nuestro país en 1979, para trabajar dentro de las instituciones legítimas de nuestro país y el respeto a la Constitución que conforman nuestras leyes de convivencia democrática. Los Masones son, ante todo, hombres libres, unidos más allá de sus diferencias profanas, que se comprometen a poner en práctica un ideal de Paz, Amor, y Fraternidad. La Logia o Taller, es el núcleo primordial masónico. Se constituye en una ciudad por un mínimo de siete Hermanos reglamentariamente Iniciados. La Logia está presidida por un hermano Maestro, elegido por sufragio universal para el cargo de presidente (esta elección se realiza cada año).

Las Logias son centro de unión que permiten una amistad verdadera entre personas que sin la Franc-Masonería seguirían siendo extraños.

Las Logias son escuelas de libertad de pensamiento, de respeto mutuo y de intercambio de opiniones distintas, fuera de todo dogma, teniendo como resultado el enriquecimiento moral y espiritual del Masón.

En las Logias no se debaten temas de religión ni de política. La Franc-Masonería respeta y defiende la total y absoluta libertad de conciencia.

La Franc-Masonería es Universal. Universal porque todos los Masones se consideran Hermanos más allá de sus diferencias, reivindican los mismos orígenes y sobre todo han recibido la misma Iniciación que imprime el carácter de Hermano Masón.
Franc-Masonería Regular define al Gran Arquitecto del Universo con el Dios de la Biblia, un Dios revelado, y considera que sus miembros deben creer en El y en la inmortalidad del Alma. La Franc-Masonería regular mantiene aún vigente el artículo de las «Constituciones de Anderson» que no permite la entrada de las mujeres en la Masonería.

Las Obediencias regulares, aún manteniendo una cierta autonomía deben ser reconocidas por la Gran Logia Unida de Inglaterra. La Franc-Masonería regular no permite a sus miembros asistir a las reuniones de las Logias que no reconoce y que considera irregulares.

la Franc-Masonería llamada irregular se autodenomina liberal. Nace en 1877 y declara oficialmente que la creencia en un Dios revelado no es, ni puede ser, condicionante para ser Franc-Masón.
la Franc-Masonería liberal deja a cada cual la libertad de ver en el Gran Arquitecto del Universo el concepto que más se aproxime a sus creencias o principios personales. No obstante, es evidente que este concepto implica para el Masón la creencia mínima en un orden universal, un principio «organizador del caos».

Las Logias liberales son totalmente autónomas reconociendo como Masón a todo aquel que ha sido Iniciado sin tener en cuenta uno u otro principio o creencia ajeno a la Franc-Masonería.

La Franc-Masonería liberal no discrimina a la mujer y existen en su seno Logias mixtas, masculinas y femeninas.

LA LOGIA MIGUEL SERVET pertenece a la FRANC-MASONERIA LIBERAL.

Los ritos son símbolos en acción, muchos de éstos pertenecen a la Gran Tradición del hombre y se encuentran, por lo tanto, en religiones y filosofías que nada tienen que ver con la Masonería. Con estos el Masón reflexiona y trabaja sobre si mismo. El libre albedrío es un punto importante en la evolución moral y espiritual del Masón, por ello la Franc-Masonería no es didáctica ni dispone de «libros de texto», ni imparte tareas especificas para el estudio.
Si bien la implicación social es importante para el Masón, solo si es capaz de pulirse a si mismo podrá actuar de forma operativa en la sociedad. Los grados de la Masonería Simbólica son tres: Aprendiz, Compañero y Maestro.

El o los secretos masónicos se pueden dividir en tres categorías:
El no revelar el nombre de otro Hermano o Hermana. Aquí se trata de simple ética, siendo cada cual único juez de divulgar o no su pertenencia a la Institución.

Los signos y palabras, son símbolos de los distintos grados y forman parte integrante del Rito sin conceder ningún poder «mágico» o de otra índole.

El único secreto es aquel que es sentido de forma individual en el momento de vivir la Iniciación. La forma singular de captar la acción de los símbolos, es, por lo tanto, obviamente intransferible.

Para ponerse en contacto con la Respetable Logia Miguel Servet puede hacerlo  por mediación de uno de sus miembros, escribiendo a su dirección postal Apartado de Correos 3.110 - 50080 Zaragoza (España), o a la dirección de correo electrónico 

Para adherirse a la Logia Miguel Servet es preciso ser mayor de edad y rellenar un impreso de solicitud.

Esta solicitud será estudiada por la Logia tras lo cual se le someterá, de ser aceptada su solicitud a entrevista personal y posteriormente a una votación para su aceptación para ser iniciado.

Todo Masón Iniciado en la Logia Miguel Servet es libre de solicitar su baja voluntaria en cualquier momento.

Todo comportamiento, tanto en el seno de la Masonería como en el mundo profano, que fuese contrario a los principios de la Franc-Masonería conllevaría la baja de la Institución.

La Logia Miguel Servet es mixta y por lo tanto pueden iniciarse tanto varones como mujeres.

la Logia Miguel Servet esta inscrita en el Registro de Asociaciones de la Comunidad Autónoma de Aragón .

Para concluir este breve acercamiento al ideal masónico, la Logia Miguel Servet se sitúa en este plano universal. Ciertamente quedan muchas preguntas por contestar. No obstante antes de terminar intentaremos dar respuesta a dos temas: ¿Qué hace la Masonería? y ¿Por qué ser Masón en nuestra época? 

La universalidad del ideal masónico, la solidez de sus estructuras a través, del tiempo han estado siempre presentes en la evolución humana. La Masonería es una sociedad de pensamiento, la Logia es un lugar de reflexión y de expresión del pensamiento libre, fuera de dogmas y de aspiraciones ideológicas o sociales dirigidas.
La Logia es el sitio en el cual se reúnen hombres y mujeres libres y de buenas costumbres, de diferentes creencias, ideologías y procedencia social para intercambiar y compartir, si cabe, tanto sus experiencias corno sus inquietudes.

Pero todo ello deberá conducir al Masón a la reflexión, no sólo sobre sí mismo, sino también sobre el lugar idóneo que el hombre debe ocupar en la sociedad.

El carácter masónico de nuestra Logia, alejado de posturas partidistas, consciente de las múltiples opiniones, respeta el pensamiento ajeno, favorece que cada Masón pueda realizar su labor a favor de la humanidad en la forma más coherente con su propia conciencia y tolerante con respeto de las opiniones de los demás.

Nos comprometemos a defender el carácter fundamental de los Derechos y Deberes del Hombre, su justa evolución y su necesaria extensión a todos los seres humanos.

Promover el ideal laico como moral de la libertad de conciencia y garantía del ejercicio del libre arbitrio de cada uno.

Ayudar a los hombres y mujeres a imaginar su futuro y a ser artífices de su felicidad.

Los Franc-Masones tenemos la voluntad de participar en la creación de una sociedad más justa, pacífica y fraterna poniendo como sello de garantía la Tolerancia y la Concordia de hombres que no se someten a una voluntad sino que crean la voluntad.

Quiénes son los Masones

Publicacion cortesia de R:.Logia Obreros de Hiram N°29 Gran Logia Simbolica Española Sevilla

Este breve opúsculo va dirigido a todas aquellas personas interesadas en informarse sobre la Francmasonería y que antes de tomar una determinación sobre su posible solicitud de ingreso, sienten la necesidad de disponer de más conocimiento sobre ella.
A pesar de que la Masonería es una institución de respetable antigüedad, y que de ella se han ocupado ampliamente historiadores, filósofos y escritores existen en la actualidad una desorientación y desconocimiento casi completos de lo que realmente es esta organización y de cuales son sus finalidades y qué medios utiliza para lograrlas.
Para  intentar llenar ese hueco se escribió la presente publicación, que solo trata de dar  un primer paso hacia el conocimiento de lo que es la Francmasonería. Existen buenas obras de este tipo que ayudarán a quien desee obtener información específica sobre algún aspecto particular del tema. Lo que aquí nos hemos propuesto es presentar el panorama general, como lo haríamos ante quien nunca hubiese oído hablar de la Masonería. No se trata de una propaganda en favor ni en contra, sino simplemente una exposición escueta de hechos y datos fáciles de comprobar, pero que, hasta ahora, no estuvieron reunidos en una sola publicación.
¿QUÉ FINALIDADES TIENE LA MASONERÍA?
Cuando por primera vez oímos decir que alguien es masón, la pregunta que surge inmediatamente en nosotros es: “¿Qué significa “ser masón”? ¿es una religión o una secta, o un club filosófico, o un partido político, o qué?”. Daremos contestación a estas preguntas:
Masón significa constructor, o sea el que fabrica a cal y canto un edifico; pero aunque antiguamente este título se les aplicaba a los miembros de las asociaciones de constructores que dieron  a Europa sus mejores edificios de la Edad Media y del Renacimiento, actualmente hemos de entenderlo en su acepción figurada, diciendo que el masón es un constructor del templo simbólico de la ciencia y de la virtud, que edifica su propia personalidad.
En otras palabras, un masón es un individuo que trabaja en perfeccionarse y en evolucionar, tanto en sus conocimientos como en su comportamiento moral, y para ello sigue los caminos que le indica la antigua asociación que se nombra Masonería o, más correctamente, Francmasonería.
Correlativamente, la Institución Francmasónica tiene como finalidad principal la de constituirse en orientadora e inspiradora de quienes buscan y anhelan este perfeccionamiento, para lo cual va desgranando una a una sus enseñanzas, en dosis graduadas y de acuerdo con el adelanto de cada uno de sus miembros. A través del estudio razonado y crítico de la filosofía moral se obtiene un mejor conocimiento de las virtudes y del modo de practicarlas.
Pero, entonces, ¿cabe decir que la Masonería es una escuela?.
Desde luego que no, si entendemos por escuela un lugar donde se imparten clases sobre materias especificas, basándose en libros de texto, y se capacita a los alumnos para desempeñar un trabajo que les permita ganarse el sustento. La Masonería es algo más que eso. En primer lugar, su filosofía educativa es totalmente distinta a la de cualquier escuela, puesto que en vez de exigir el aprendizaje de una serie de postulados y principios, estimula la exposición libre, la discusión ilustrada y el desarrollo de la imaginación y del pensamiento original, como medio para conseguir que cada cual llegue por su estudio independiente y su meditación profunda, a sus propias conclusiones lógicas y a la afirmación de sus convicciones. Por tanto, usa ampliamente del símbolo y de la alegoría, pero no ofrece de ellos ninguna explicación fija y dogmática, sino que deja en libertad al iniciado para que ejercite sus propias facultades deductivas e inductivas para descifrarlos y aprender, por sí mismo, las lecciones que encierran.
Se hace necesario preguntar qué utilidad tiene esto.
La historia nos enseña que de la Masonería han salido, en todos los tiempos, hombres de gran visión, acrisolado altruismo e inagotable energía, que han dado a la humanidad sus más grandes impulsos de progreso. Para descubrir estos nuevos caminos, necesitaron nutrirse de la duda filosófica, no de la certeza dogmática, precisaron examinar lo que no es típico, en vez de conformarse con lo usual y corriente. Tuvieron que desechar los cartabones, los textos consagrados y los manuales establecidos, decidiéndose a recorrer sendas supuestamente prohibidas para el pensamiento y aportando las soluciones a los problemas irresueltos. Para esto, dispusieron de una maravillosa facultad: la imaginación creadora.
La Masonería ha sido, a través de los tiempos, una de las pocas instituciones que se han percatado de la importante función que tiene esta imaginación creadora en la evolución de la humanidad, y ha descubierto y aplicado un método sencillo y eficaz para desarrollarla. Por eso ha sido y seguirá siendo el semillero de nuevas ideas, el portaestandarte de las vanguardias y la escuela en que se forman los hombres que viven y piensan entre el hoy y el mañana… los precursores de la humanidad.
Pero no solamente a esto se limita la Masonería. No se conforma con ver que cada miembro se cultive y perfeccione a sí mismo, sino que trata de desarrollar en todos y cada uno de ellos el firme sentimiento de fraternidad y abnegación, encauzando cuidadosamente todos sus esfuerzos hacia los nobles fines de justicia y progreso material y espiritual de toda la humanidad.
Dejaría la Masonería de ser universal en sus finalidades si se mostrara partidaria de algún “ismo”, o enemiga de alguna religión. En su seno se admiten a hombres y mujeres de todas las religiones y se respetan las creencias de cada uno y su forma personal de rendir culto a Dios. Por lo mismo, están proscritas las discusiones sobre los méritos relativos de tal o cual forma de culto, como no sea para reconocer que todas ellas representan modalidades del sentimiento de veneración del hombre hacia esa Entidad Suprema a quien se llama con distinto nombre. La Masonería resume todas esas apelaciones en un común denominador y le llama “Gran Arquitecto del Universo”, sin establecer ningún culto especial para adorarle, pues considera que todos son buenos cuando nacen de los anhelos puros del hombre. En resumen, la Masonería no es una religión, ni discute los principios de ninguna religión, sino por el contrario, las respeta a todas.
La Masonería es más que un club filosófico o una escuela de moral. Es una libre asociación de hombres y mujeres de todas las condiciones económicas, y de todos los grados de cultura, a quienes los une el deseo de alcanzar un desarrollo y una evolución más alta en su personalidad interna, un dominio más perfecto de sí mismos, una afirmación de sus convicciones, una agudización más sutil de sus facultades intelectuales y un acendrado espíritu de abnegado servicio hacia sus semejantes. Dentro de la Masonería encuentran estos hombres un ambiente de libertad, de respeto mutuo, orden, seriedad, estudio y fraternidad.
La Masonería contiene una filosofía educativa propia, basada en el estudio imaginativo y profundo de símbolos y alegorías, que persigue como finalidad el desarrollo del pensamiento propio, original, lógico y constructivo, con el resultado de que cada masón palpa pronto los frutos de este perfeccionamiento personal al notar que se ensancha extraordinariamente su manera de ver la vida, se despiertan aptitudes dormidas, y surgen perspectivas de mejoramiento.
¿ CÓMO ESTÁ ORGANIZADA INTERNAMENTE?
La Francmasonería no es una sociedad simple, sino una agrupación de sociedades que aceptan como base fundamental un conjunto de antiguas leyes, escritas o no escritas, que se denominan “Antiguos Límites”, “Antiguos Cargos”, “Marcas”, o “Landmarks”. Este cuerpo de ordenamientos se deriva directamente de los que regían el funcionamiento de las asociaciones de masones operativos en la Edad Media y es el resultado de una larguísima experiencia. Los Antiguos Límites han logrado que la Francmasonería sea siempre una e indivisible, a pesar de la variedad de cuerpos que la constituyen, y que no se modifique ni prostituya su carácter esencial a través de los tiempos. Por encima de cualquier constitución o reglamento están siempre los Antiguos Límites. Estos definen las normas básicas de funcionamiento de la Institución, los requisitos, derechos y obligaciones de los miembros y funcionarios y la postura filosófica, social y política de la Masonería Universal. A pesar de su importancia, no son dogmáticos sino convencionales y admiten que exista una variedad casi infinita en la manera y orden con que pueden impartirse las enseñanzas, en el estilo de la decoración de los “Templos”, en las liturgias y en muchos otros aspectos. A ello se debe la diversidad de los Ritos Masónicos que son aceptados como “regulares”.
Se llama rito, en Masonería, al conjunto de reglas o preceptos de conformidad con los cuales se practican las ceremonias y se comunican las instrucciones de los grados.
Pasan de cien los ritos que han sido fundados, en diversos tiempos, dentro de la Masonería, y que se han considerado como “reconocidos”. Muchos de ellos tuvieron una vida efímera pero otros han subsistido hasta nuestros tiempos. El pertenecer a un rito determinado, sin embargo, no es obstáculo para que los masones se traten entre sí como miembros de una misma gran familia y se visiten mutuamente.
De todos los ritos, son considerados como los principales el Rito Escocés Antiguo y Aceptado y el Rito Inglés de York o Rito del Real Arco.
Los masones se congregan en pequeños grupos formados con algunas decenas de miembros, que se denominan “Logias”, y se reúnen dos o más veces al mes en un local adecuado que recibe el nombre de “taller”, dando a entender con ello que se congregan para trabajar.
El valor e importancia de los trabajos que se desarrollan en las logias no depende del estilo o fastuosidad de su decoración. Muchas de ellas procuran limitar al mínimo estos adornos para que no se distraiga la atención y se desvíe del trabajo principal, que es de orden intelectual. Se puede trabajar masónicamente a campo raso y bajo la bóveda celeste, o en una choza de paja, sin que nadie pueda alegar que se desmeritan en algo las bellas ceremonias en que se van revelando las enseñanzas y secretos de la Masonería.
Una logia masónica imparte los tres grados fundamentales del Simbolismo, oMasonería AzulAprendiz, Compañero y Maestro. Toda logia está incorporada a una Gran Logia cuyos límites de jurisdicción corresponden generalmente a los del Estado en que se encuentra. Los funcionarios de estas Grandes Logias son electos democráticamente entre los maestros de todas las logias simbólicas de la jurisdicción y toca a ellos gobernar en los asuntos que incumben a la agrupación. Finalmente, existe dentro de cada país un organismo o Confederación de Grandes Logias y, en el plano internacional, otros organismos que preparan y realizan congresos regionales y mundiales para el estudio y resolución de los problemas generales de la Orden. Estos superorganismos solamente pueden formular recomendaciones a las Grandes Logias.
Es la Masonería Azul, o sea las Logias Simbólicas, la que constituye el grueso del pueblo masónico, encargándose de conferir, como hemos dicho antes, los tres grados tradicionales de Aprendiz, Compañero y Maestro, comunes a todos los Ritos. En el Rito Escocés Antiguo y Aceptado existen además otros cuerpos autónomos de formación superior que imparten los grados llamados Capitulares, Filosóficos y Administrativos, hasta  el último grado de dicho Rito, que es el 33º. Hay una independencia completa entre la Masonería Azul y estos otros niveles de la Masonería, por lo cual los grados que otorgan no tienen preponderancia alguna en las Logias Simbólicas, en donde no se reconoce otro grado superior al de Maestro.
Las logias simbólicas se rigen a sí mismas en todos los asuntos internos, empleando para sus deliberaciones el orden parlamentario y tomando sus acuerdos en votaciones democráticas. Eligen periódicamente a sus funcionarios y otorgan a los nuevos miembros los diversos grados, a medida que los van mereciendo. Establecen sus reglamentos internos e imprimen a los trabajos y estudios el curso que consideran más conveniente, procurando no salirse de los principios generales de la Orden.
En resumen, es la Logia Simbólica la unidad orgánica de la Institución Masónica. Estas logias se encuentran congregadas en Grandes Logias y pertenecen a algún Rito reconocido, subsistiendo por encima de estas divisiones de carácter administrativo la absoluta unidad de todos los masones del mundo entero, que se reconocen fraternalmente, se ayudan y trabajan de común acuerdo hacia las metas de progreso y bienestar de la humanidad, que constituyen el deber cotidiano que todo masón se ha impuesto voluntariamente.
¿CUAL ES SU HISTORIA?
Dejando a un lado muchos y muy antiguos antecedentes históricos de la masonería, oscuros e inconexos, señalaremos aquí que la Francmasonería surgió de las corporaciones de obreros de la construcción en la Edad Media. Los canteros alemanes y los constructores ingleses y franceses de esos tiempos no constituían únicamente asociaciones de oficios (“guildas”), sino verdaderas hermandades en donde se enseñaba y ejercitaba una teoría secreta de sus respectivas artes y oficios. Muchos autores han probado que los francmasones no han inventado su liturgia y sus símbolos, y que tampoco los han copiado de otras sociedades secretas arcaicas, sino que les han sido transmitidos, por sucesión directa, de las sociedades gremiales de que proceden.
Se pretende que la Masonería es tan antigua que ya existía y se practicaba en las pirámides de Egipto, en los templos de la India, en las cavernas de los Esenios, en las criptas secretas de los Mayas, en la Academia de Pitágoras y en muchas otras sociedades iniciáticas de muy remota antigüedad. Las semejanzas, reales o imaginadas, con los ritos y ceremonias que se llevaban a cabo en esos tiempos, demuestran en todo caso que la Francmasonería llena una íntima necesidad del espíritu humano, cual es la de buscar la superación personal y encauzar las potencialidades individuales hacia el bien común.
Que estas técnicas no hayan variado grandemente en el curso de varios milenios no debe extrañarnos, ya que los antropólogos y etnólogos han demostrado que el hombre sigue siendo esencialmente semejante en sus manifestaciones mentales y afectivas desde sus orígenes, a pesar de todas las modificaciones ambientales que ha logrado la civilización.
La Masonería, en su forma actual, tomó cuerpo en Inglaterra a fines del Siglo XVII. Con anterioridad, existían en Alemania, Francia e Italia las cofradías de constructores, o “masones”, en donde se enseñaban no solamente las artes y las ciencias que debía dominar un maestro constructor, sino que se impartían principios de moral y buena conducta, que garantizaran la armonía dentro de las corporaciones. Los lustros de duración de las monumentales obras que ejecutaban los “masones” (entre las cuales se cuentan las más preciadas joyas del estilo gótico) favorecían que se estableciesen relaciones muy estrechas entre los numerosos artistas y obreros. Estos formaban verdaderos “equipos” bajo la dirección de sus grandes maestros arquitectos, que eran solicitados para ejecutar obras en ciudades distantes y en diferentes países. Natural es que, en sus viajes, buscasen la ayuda de otros miembros de su misma profesión, también agremiados en cofradías, y que asistiesen a las reuniones de sus “logias”. De esta necesidad de viajar y ser reconocidos y atendidos, como de las precauciones que cada agrupación debía tomar para no admitir entre sus miembros a un operario que fuese a romper la armonía por su mala conducta, o a explotar en su beneficio personal los conocimientos técnicos que se impartían en las logias, surgieron los signos secretos de reconocimiento, la jerarquización en tres grados, con obligaciones y prerrogativas distintas, y el sigilo y discreción para realizar las reuniones de masones.
El nombre de francmasón, derivado del inglés “freemason” y del francés “franc-maçon”,que significan “masón libre”, se daba a los constructores que tenían libertad para contratar sus servicios con cualquier persona y en cualquier país, a diferencia de los que estaban al servicio exclusivo de algún noble, prelado eclesiástico o monarca. Estos últimos, desde luego, no precisaban de signos de reconocimiento, ni de todas las demás cosas que caracterizaban a las logias de francmasones.
Por la necesidad de viajar y de conocer diversos países y costumbres, los francmasones tuvieron contacto con distintas maneras de pensar y diferentes organizaciones políticas, lo cual les confirió un punto de vista excepcionalmente amplio hacia los problemas religiosos, filosóficos, económicos, sociales y políticos de su época. Hubieron de admitir, con igualdad de derechos, a hombres de distintas nacionalidades, credos y razas, y esto sentó las bases a los principios humanistas de la naciente Orden.
En los siglos X, XII y XIV, se emprendieron en Escocia e Inglaterra grandes obras, y para su realización se hicieron venir constructores alemanes, quienes llevaron consigo los usos y costumbres de las logias alemanas. A su influjo nacieron las logias escocesas e inglesas.
Hacia principios del siglo XVIII, la construcción de catedrales, grandes monumentos y palacios dejaron de ser la aspiración máxima de las clases dominantes, es decir el clero y la nobleza (entre otras razones, porque no podían financiarlas). Al mismo tiempo, las necesidades de obras menores y obras civiles aumentaban considerablemente debido al advenimiento de la burguesía. Se construía más pero no se necesitaban para estas obras los grandes conocimientos de los masones tradicionales. Consecuentemente, las logias de los masones operativos empezaron a languidecer debido a la falta de encargos. Entonces, en 1717, se constituyó en Londres una Gran Logia, bajo el patrocinio de un grupo de hombres de gran ilustración, que veían con pena la decadencia de las logias de constructores. Fue entonces cuando nació, propiamente, la Francmasonería de nuestros tiempos, la cual ha conservado cuidadosamente el espíritu de las antiguas cofradías, sus principios constitucionales y los usos y costumbres tradicionales, apartándose de la construcción material. Admitió en sus filas a hombres de todos los oficios y condición social, a la vez que daba una interpretación elevada y filosófica a sus símbolos. Así, la Francmasonería adquirió un carácter más amplio, susceptible de extenderse por todo el mundo.
Al ser electo Jorge Payne para cargo de Gran Maestro, emprendió la meritoria tarea de reunir todos los preceptos existentes y formar una colección de 39 ordenanzas generales que fueron revisadas por el Dr. James Anderson, teólogo e historiador, y sirvieron de base a la Constitución publicada en 1723, que es el primer fundamento legal de la Masonería.
Prosperó, a partir de ese momento, la Orden, contando entre sus iniciados a distinguidos miembros de la nobleza y de la familia real de Inglaterra. Entre 1739 y 1772 surgieron ciertas desavenencias internas que dieron origen a su separación en dos ritos: el Rito Escocés Antiguo y Aceptado y el Rito de York, o del Real Arco.
De Inglaterra, la nueva Francmasonería se extendió rápidamente a otros países. En  Francia apareció entre 1721 y 1732 y alcanzó un auge inusitado. Se formaron nuevos ritos y se crearon grados filosóficos, siendo ésta, al principio, una innovación mal recibida en los demás países, ya que infringía los Antiguos Límites que únicamente establecían los primeros tres grados.
La Masonería Francesa ha contado entre sus miembros a distinguidas personalidades, como Voltaire, Condorcet, Victor Hugo, Herriot, Dantón, Marat, Alejandro Dumas, Emilio Zola y muchos más. Los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad, que figuran en el frontispicio de todo templo masónico, inspiraron sin duda a los artífices de la Revolución Francesa.
Fueron destacados masones en nuestro país: Ramón y Cajal, Antonio Machado, Martínez Barrio, Blas Infante, etc.
 ¿INTERVIENE LA POLÍTICA?
Con mucha frecuencia se formula la pregunta de si la Masonería desarrolla actividades de índole política. Esto es lo primero que se le ocurre a quien lee en las páginas de la historia la larga lista de estadistas, reformadores, revolucionarios y patriotas que fueron masones.
Quienes piensen que la Masonería es una organización política están equivocados, como suele equivocarse quien examina superficialmente las cosas y no penetra tras las apariencias para aquilatar su verdadero significado.
Pese a los esfuerzos de quienes en ciertas épocas han pretendido desentenderse del carácter real de la Institución y han hecho esfuerzos por transformarla en bandera política, la Masonería ha conservado, hasta ahora, su verdadera naturaleza de escuela y taller en donde se forja la personalidad y evolucionan las facultades más nobles del hombre. Es un laboratorio en donde se ejercita el análisis y la síntesis de todas las ideas y de todos los nuevos conceptos filosóficos, en el ambiente aséptico propicio para el claro y recto pensar, y en donde se funden en el crisol del trabajo mancomunado y de la lucha constante, los más diversos metales, para obtener la amalgama y la aleación con que se forjan los hombres y mujeres capaces de dedicar sus vidas al progreso de la humanidad, sin distinción de raza, credo o nacionalidad.
La Masonería ha enseñado a estas personas a luchar primero consigo mismos, para limar sus asperezas y fortificar sus almas. Les ha mostrado el camino de la convivencia fraterna, el respeto mutuo, la dignidad y el heroísmo. Ha inflamado sus corazones con el amor a sus semejantes y la santa indignación contra la injusticia y la tiranía que degradan al hombre y encadenan su pensamiento. Por eso es que en su seno se han gestado tantas iniciativas trascendentales para el adelanto de la humanidad.
La Masonería es esto y mucho más; pero lo que no es, ni ha sido jamás, es un partido político, ni una organización al servicio de tal o cual encumbrada personalidad, ni el exponente de tal o cual “ismo” (ni siquiera del liberalismo, como doctrina política) ni una mafia de “carbonari”, aunque sus detractores así la hayan descrito en alguna ocasión.
Jamás podría ser cualquiera de estas cosas sin perder inmediatamente su sentido humanista y universal, quedando a merced de las contingencias temporales y a la mezquindad de las lides personalistas.
Pero así como nadie construye una casa para que permanezca deshabitada, ni un barco si nunca ha de navegar, ni se prepara un banquete si nadie ha de comerlo, ni ejercita el atleta sus músculos si no ha de emplearlos, así también, carecería de sentido alguno la actividad masónica del desarrollo de las facultades superiores del ser humano, si no desembocara en forma natural y lógica en los múltiples cauces de la actividad social desempeñada por cada uno de sus miembros, dentro de la esfera de influencia personal y como resultado de su iniciativa propia.
Por ello es que, aún no siendo la Masonería una organización política, y ocupándose, como lo hace, principalmente de la evolución personal de cada uno de sus miembros, resultaría absurdo que forjase obreros del progreso y heraldos del porvenir y, al mismo tiempo, les prohibiese toda actividad política, ya que en la realización de logros concretos está la justificación histórica de la Institución.
De lo cual resulta que, individualmente, los masones si pueden intervenir activamente en la política de sus países cuando así sus conciencias y aptitudes se lo aconsejan.
 ¿QUÉ OBLIGACIONES TIENE UN MASÓN?
Toda sociedad tiene el derecho de exigir de sus miembros el cumplimiento de ciertos deberes y, a la vez, le hace partícipe de los beneficios que ofrece. La Masonería no es una excepción, por lo que es justo y necesario que, antes de contraer las obligaciones de un masón, se sepa cuáles son estas obligaciones.
La primera de las obligaciones consiste en guardar un silencio absoluto en los asuntos tratados en las reuniones o “tenidas” (como se les designa masónicamente). La Masonería no es, propiamente, una sociedad secreta, pero sí es discreta. En los varios siglos de actuación que lleva recorridos ha podido probar que sólo con reserva, sigilo y discreción se puede estar a salvo de los ataques que nacen de la incomprensión, del fanatismo y de la envidia. A los que comentan que : “¡Algo de malo habrá en ello, puesto que se esconden para hacerlo!”, les contestaremos que nunca las nuevas ideas han encontrado el camino sembrado de comprensión, buena voluntad y aliento. Por el contrario, recordemos a Sócrates acusado de pervertir a la juventud, a Galileo torturado por blasfemo, a Spinoza excomulgado por ateo, y tantos otros que han seguido igual o peor suerte.
La segunda de las obligaciones de un buen masón es la de trabajar intensamente en pro de su propia perfección interna. Deberá corregir sus propios defectos, combatir sus pasiones y prodigarse en el servicio para con los demás. En esto consiste el trabajo masónico, que es, como se dijo antes, un trabajo personal de evolución y labrado de la personalidad. No es buen masón quien solamente se dedica a reunir abundantes conocimientos sobre filosofía, historia, ciencia litúrgica, psicología, sociología, etc., si esta ilustración no va acompañada de un auténtico espíritu fraternal que le impulse a correr en auxilio de todo hombre que necesite de sus servicios. Tampoco podrá calificarse de masónica la labor de quien está animado de grandes deseos de hacer el bien, pero que carezca de la ilustración y capacidad suficientes para reconocer la forma más eficaz y provechosa de hacerlo. El verdadero masón concuerda sus conocimientos con un comportamiento altruista y virtuoso, y pone en juego ambas cualidades en trabajo infatigable, para que sus buenos deseos se transformen en realidades palpables.
La tercera obligación es la de cumplir con los Estatutos Generales de la Orden, las Constituciones de la Gran Logia a que pertenezca y los Reglamentos particulares de su logia. Aunque no sería posible dar a conocer en el presente opúsculo este cuerpo de disposiciones legales, bastará explicar que su objeto único es el de fijar las normas de gobierno y funcionamiento interno de las logias, y que todo masón sabe que estas órdenes tienen como mira el bien común y jamás pueden contravenir los principios de honor y virtud que proclama la Orden. Huelga decir que entre las obligaciones que se desprenden de los Reglamentos Particulares de las logias están incluidos los de asistir puntualmente a las “tenidas”, estar al corriente en los pagos de las cuotas personales, o “cápitas”, y conducirse siempre con decoro y orden.
Fuera de estas obligaciones no hay otras. Cada masón lo es por su libre y espontánea voluntad, y tiene derecho a retirarse, como caballero, de la Masonería, cuando lo desee, sin que por ello sufra persecuciones, amenazas o ataques. Sólo se le pide, bajo su palabra de honor, que no revele los secretos de la Institución, y si no lo cumple, el único que se perjudica es él mismo ya que el verdadero y más preciado secreto masónico es inviolable por naturaleza.
PRINCIPIOS GENERALES
En las páginas que preceden hemos intentado establecer un perfil muy genérico de lo que significa la Masonería en general. Pero, como explicábamos antes, la práctica masónica se ejercita a través de las Logias y de las Grandes Logias, y estas proclaman sus Constituciones y Reglamentos Generales con absoluta independencia de las otras Grandes Logias, por lo que estos cuerpos jurídicos pueden contener diferencias que son las que matizan la peculiar manera en que cada Gran Logia decide practicar la Masonería.
El presente fascículo es publicado por la Logia OBREROS DE HIRAM, adscrita a la GRAN LOGIA SIMBÓLICA ESPAÑOLA con el número 29 y se reúne en SEVILLA desde el año 1985.
A continuación transcribimos los siete artículos de los Principios Generales de la Constitución de la Gran Logia Simbólica Española, a cuyo espíritu se tiene que ajustar el resto del articulado de nuestra Constitución.
ARTÍCULO PRIMERO:
La Francmasonería, institución esencialmente filantrópica, filosófica y progresista, tiene por objeto la búsqueda de la verdad, el estudio de la ética y la práctica de la solidaridad; y trabaja por el mejoramiento material y moral, y por el perfeccionamiento espiritual, intelectual y social de toda la humanidad.
Tiene como principios la tolerancia mutua, el respeto de los demás y de uno mismo, y la absoluta libertad de conciencia.
Considerando que las concepciones metafísicas y religiosas son del dominio exclusivo de la apreciación de cada individuo, rechaza cualquier afirmación dogmática.
Tiene por divisa: Libertad, Igualdad y Fraternidad.
Cada Francmasón interpretará la invocación al Gran Arquitecto del Universo según le dicte su conciencia con el mayor respeto hacia las diferentes interpretaciones y hacia los Hermanos que las sustentan.
 ARTÍCULO SEGUNDO
La Francmasonería tiene como deber extender hacia todos los componentes de la humanidad los lazos fraternales que unen a los Francmasones esparcidos por toda la superficie de la Tierra.
Recomienda a sus miembros propagar sus ideales a través del ejemplo, la palabra y los escritos manteniendo en todo momento la necesaria discreción sobre los asuntos internos.
ARTÍCULO TERCERO
Es deber de un Francmasón, en todo momento, ayudar, ilustrar y proteger a su Hermano y defenderle contra cualquier injusticia.
ARTÍCULO CUARTO
La Francmasonería considera el trabajo como uno de los deberes esenciales del hombre y honra igual al trabajo manual que el intelectual.
ARTÍCULO QUINTO
La Francmasonería tiene signos y emblemas de alto significado simbólico que sólo pueden ser revelados por la Iniciación.
Estos símbolos presiden, en las formas determinadas por los distintos Ritos, los trabajos de los Francmasones y les permiten reconocerse y ayudarse por toda la superficie de la Tierra.
La Francmasonería no impone ninguna interpretación dogmática de estos símbolos.
La Iniciación comporta varios grados:
Los tres primeros son los de Aprendiz, Compañero y Maestro. Este último es el único que da a los Francmasones la plenitud de los derechos masónicos.
Nadie puede ser dispensado de las pruebas prescritas por los rituales.
 ARTÍCULO SEXTO
La soberanía se ejerce a través del sufragio universal.
ARTÍCULO SÉPTIMO
En las reuniones masónicas todos los Francmasones son iguales. No existe entre ellos más distinciones que las de la jerarquía impuesta por las diferentes funciones.
 CONDICIONES DE ADMISIÓN
Para poder ser admitido a la Iniciación y gozar de los derechos que otorga la calidad de Francmasón de la Gran Logia Simbólica Española es necesario:
1) Ser mayor de edad.
2) Tener una reputación y una ética irreprochables y no desempeñar un oficio o profesión que atente contra los Derechos Humanos, la ética, la moral y los Principios de la Francmasonería.
3) Tener la instrucción necesaria para comprender las enseñanzas masónicas.
4) No pertenecer o haber pertenecido a cualquier asociación o grupo que practique, preconice o propague la discriminación racial o la violencia hacia otras personas con el pretexto de su origen, raza, etnia, religión, ideología, sexo o cualquier otro que ataque a los Derechos del Hombre.
Cualquier hombre o mujer que, reuniendo estas condiciones, deseara someter su solicitud de ingreso a estudio, deberá dirigir una carta en la que haga una breve pero fiel biografía y exponga los motivos que lo llevan a interesarse por la Masonería y a querer iniciarse en ella.